El proceso de drenar la sangre de un cuerpo para ayudar a preservarla se llama desangrado. Este proceso generalmente se realiza cortando una arteria principal, como la arteria carótida o femoral, y permitiendo que la sangre drene fuera del cuerpo. El desangrado se ha utilizado durante siglos como método de conservación de los cuerpos, ya que ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y la descomposición del cuerpo. En algunas culturas, el desangrado también se considera un ritual religioso y, a menudo, se realiza antes de enterrar o incinerar un cuerpo.