El propósito de la prueba de hematocrito es medir el porcentaje de glóbulos rojos en una muestra de sangre. Los niveles de hematocrito pueden ayudar a diagnosticar diversas afecciones médicas, como anemia, deshidratación o trastornos sanguíneos. Las pruebas de hematocrito pueden ser parte de exámenes físicos de rutina o solicitarse cuando se presentan ciertos síntomas o problemas de salud.