No es necesario que haya sangre durante la primera relación sexual y la presencia de sangre no indica necesariamente que la mujer sea virgen o que el himen esté intacto. El himen es una membrana delgada que cubre parcialmente la abertura de la vagina y puede variar en grosor y elasticidad de una mujer a otra. Algunas mujeres pueden experimentar algo de manchado o sangrado leve durante su primera relación sexual, mientras que otras no. Esto puede depender de varios factores, como el tamaño del himen, el grado de penetración y el tipo de cuerpo y la anatomía del individuo. En algunos casos, es posible que una mujer no sangre nada durante su primera experiencia sexual, y esto no significa que no sea virgen. Por otro lado, algunas mujeres pueden experimentar sangrado incluso si han tenido experiencias sexuales previas. La presencia o ausencia de sangre durante la primera relación sexual no debe utilizarse como único indicador de virginidad o historia sexual, y siempre es importante respetar la privacidad y autonomía del individuo con respecto a sus propias experiencias sexuales.