Beber alcohol puede empeorar el daño hepático causado por la hepatitis C. El alcohol también puede interactuar con los medicamentos utilizados para tratar la hepatitis C, reduciendo su eficacia o provocando efectos secundarios. Por lo tanto, generalmente se recomienda evitar el alcohol mientras recibe tratamiento para la hepatitis C. Es importante seguir los consejos de su médico u otro proveedor de atención médica con respecto al consumo de alcohol durante el tratamiento para la hepatitis C.