En la infección viral por herpes, el cambio en la piel que se produce es la formación de pequeñas ampollas llenas de líquido llamadas vesículas. Estas vesículas generalmente se agrupan en racimos y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se encuentran con mayor frecuencia en la cara, el cuello y los genitales. Las vesículas suelen causar picazón y dolor y pueden durar varios días antes de formar costras y sanar.