¿Qué causa la hipertensión?
Genética: La hipertensión puede ser hereditaria, lo que sugiere un componente genético. Ciertas variantes genéticas pueden afectar la forma en que el cuerpo regula la presión arterial.
Edad: El riesgo de hipertensión aumenta con la edad. El proceso de envejecimiento hace que las arterias se vuelvan más rígidas y menos flexibles, lo que puede aumentar la presión arterial.
Raza y etnia: Los negros tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión que las personas de otras razas. Los afroamericanos tienen una mayor prevalencia de ciertas variantes genéticas que pueden aumentar el riesgo de hipertensión.
Género: Los hombres tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión que las mujeres, especialmente antes de los 65 años. Sin embargo, después de la menopausia, el riesgo de hipertensión de las mujeres aumenta y se vuelve comparable al de los hombres.
Peso: El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión. El exceso de peso puede ejercer presión sobre los vasos sanguíneos y aumentar el volumen sanguíneo, lo que provoca una presión arterial más alta.
Actividad física: La falta de actividad física regular es un factor de riesgo de hipertensión. El ejercicio ayuda a reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular en general.
Dieta: Una dieta rica en grasas saturadas y trans, colesterol y sal (sodio) puede contribuir a la hipertensión. Consumir muchas frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a mantener una presión arterial saludable.
Fumar: Fumar daña las paredes de los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de hipertensión.
Consumo excesivo de alcohol: Beber demasiado alcohol puede aumentar la presión arterial.
Enfermedad renal crónica: Las personas con enfermedad renal crónica tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión. Los riñones desempeñan un papel en la regulación de la presión arterial y, cuando se dañan, su capacidad para hacerlo se ve afectada.
Ciertas condiciones médicas: Algunas afecciones médicas, como la diabetes, los problemas de tiroides, la apnea del sueño y ciertos trastornos hormonales, pueden aumentar el riesgo de hipertensión.
Además de estos factores, ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y los anticonceptivos orales, también pueden causar o empeorar la hipertensión.
Es importante tener en cuenta que la hipertensión a menudo se desarrolla debido a una combinación de estos factores, y es crucial que las personas controlen los factores de riesgo modificables y trabajen con su proveedor de atención médica para controlar su presión arterial de manera efectiva.