¿Por qué tenemos las ayudas?
El VIH ataca el sistema inmunológico del cuerpo, que ayuda a combatir las infecciones. El virus debilita gradualmente el sistema inmunológico hasta que ya no puede proteger al cuerpo ni siquiera de enfermedades comunes. Esto puede provocar una variedad de complicaciones e infecciones conocidas como infecciones oportunistas, que pueden poner en peligro la vida.
El VIH se transmite a través del contacto con fluidos corporales infectados como sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna. No se transmite por contacto casual, como dar la mano o abrazarse.
No existe cura para el SIDA, pero existen tratamientos eficaces que pueden ayudar a frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. Estos tratamientos se denominan terapia antirretroviral (TAR) y pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar infecciones oportunistas y otras complicaciones del SIDA.
Es importante señalar que, a pesar de la disponibilidad de tratamientos eficaces, el VIH sigue siendo un grave problema de salud pública, especialmente en regiones donde el acceso a la atención sanitaria es limitado. Los esfuerzos globales continúan centrándose en la prevención, la educación y la ampliación del acceso al tratamiento para abordar los desafíos actuales que plantea el VIH/SIDA.