¿Cómo progresa la psoriasis?

La psoriasis es una afección cutánea inflamatoria crónica que normalmente progresa a través de varias etapas. Si bien la progresión exacta de la psoriasis puede variar de persona a persona, aquí hay una descripción general de cómo puede desarrollarse:

1. Etapa temprana (lesiones iniciales):

- La psoriasis a menudo comienza con pequeñas protuberancias o manchas rojas y elevadas en la piel.

- Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero comúnmente afectan áreas como los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, la zona lumbar y las nalgas.

2. Crecimiento y difusión:

- Con el tiempo, las lesiones iniciales pueden aumentar de tamaño y fusionarse para formar placas irregulares y más grandes de piel roja y escamosa.

- Las zonas afectadas pueden engrosarse, inflamarse y cubrirse de escamas de color blanco plateado.

3. Intensificación:

- A medida que avanza la psoriasis, las placas pueden volverse más numerosas y extendidas.

- Pueden comenzar a afectar nuevas áreas del cuerpo, incluida la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies y las uñas.

4. Fase crónica:

- La psoriasis suele entrar en una fase crónica, donde los síntomas pueden persistir durante períodos prolongados.

- La gravedad de la afección puede fluctuar, con períodos de brotes y remisiones.

5. Afectación de las uñas:

- En algunas personas, la psoriasis puede afectar las uñas y provocar picaduras, engrosamiento, decoloración e incluso separación del lecho ungueal.

6. Afectación de las articulaciones (artritis psoriásica):

- En aproximadamente el 30% de las personas con psoriasis, la afección puede convertirse en artritis psoriásica, que es una forma de artritis inflamatoria.

- La artritis psoriásica causa dolor en las articulaciones, hinchazón, rigidez y daño a las articulaciones afectadas.

7. Impacto del tratamiento:

- La progresión de la psoriasis puede verse influenciada por varios factores, incluido el tratamiento.

- El tratamiento eficaz puede ayudar a controlar los síntomas, reducir los brotes y prevenir o ralentizar la progresión de la afección.

Es importante tener en cuenta que la psoriasis es una afección altamente individualizada y su progresión puede diferir de persona a persona. La monitorización y el seguimiento periódicos con un profesional sanitario son fundamentales para evaluar la progresión y realizar los ajustes necesarios en el plan de tratamiento.