¿Qué es la hipersecreción hipofisaria después de la pubertad?
Después de la pubertad, la glándula pituitaria continúa produciendo y secretando hormonas, incluida la hormona del crecimiento (GH), la prolactina, la hormona estimulante de la tiroides (TSH), la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y la hormona luteinizante (LH) en individuos con función pituitaria normal. Sin embargo, en algunos casos, la glándula pituitaria puede producir cantidades excesivas de una o más de estas hormonas, lo que provoca una hipersecreción hipofisaria.
A continuación se muestran algunos ejemplos de hipersecreción hipofisaria después de la pubertad:
1. Acromegalia :Esta afección se caracteriza por una producción excesiva de GH en la edad adulta, lo que provoca un crecimiento excesivo de huesos y tejidos blandos. Puede provocar agrandamiento de las manos, los pies y la mandíbula, así como cambios en los rasgos faciales.
2. Enfermedad de Cushing :Esta afección resulta de la producción excesiva de ACTH por parte de la glándula pituitaria. Conduce a una sobreproducción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales, lo que provoca síntomas como aumento de peso, presión arterial alta y cambios en la textura de la piel.
3. Hipertiroidismo :Esta afección ocurre cuando la glándula pituitaria produce demasiada TSH, lo que a su vez hace que la glándula tiroides produzca en exceso hormonas tiroideas. Puede provocar síntomas como pérdida de peso, aumento del ritmo cardíaco y nerviosismo.
4. Galactorrea :Esta afección se caracteriza por la producción de un líquido similar a la leche de los senos fuera del embarazo o la lactancia. Puede ocurrir debido a una secreción excesiva de prolactina por parte de la glándula pituitaria.
Es importante tener en cuenta que la hipersecreción hipofisaria después de la pubertad puede tener varias causas, incluidos tumores hipofisarios (adenoma), factores genéticos y ciertas afecciones médicas. Si experimenta síntomas que sugieren hipersecreción pituitaria, es esencial consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos, cirugía o radioterapia, según la afección específica y la causa subyacente.