¿Cuál es la definición de isquemia?

Isquemia se refiere a un flujo sanguíneo restringido a un tejido u órgano. Este suministro inadecuado de sangre rica en oxígeno puede provocar daños en los tejidos y una variedad de problemas de salud. La isquemia suele ser causada por anomalías en los vasos sanguíneos, como estrechamiento u obstrucción, que obstruyen el flujo normal de sangre.

Lesiones aterotrombóticas:se acumulan en las arterias, estrechándolas y obstruyendo el flujo sanguíneo.

Vasculitis:inflamación y daño a los vasos sanguíneos.

Embolia cardiovascular:un coágulo de sangre del corazón que bloquea una arteria

Aneurismas:abultamiento o dilatación de una arteria.

Vasoespasmos:constricción o espasmo repentino de los vasos sanguíneos, que estrechan el conducto para el flujo sanguíneo.

Otros mecanismos, como la compresión, la torsión o la presión externa sobre los vasos sanguíneos, también pueden causar isquemia.

Dependiendo del órgano o tejido afectado, la isquemia puede manifestarse de diversas formas. Algunos ejemplos comunes incluyen:

Isquemia Miocárdica (Ataque al Corazón) :Isquemia en el músculo cardíaco debido a la obstrucción de las arterias coronarias, lo que provoca dolor en el pecho, dificultad para respirar y otros síntomas cardíacos.

Isquemia cerebrovascular (accidente cerebrovascular) :Suministro insuficiente de sangre al cerebro debido a la obstrucción de una arteria cerebral, lo que provoca síntomas neurológicos repentinos como parálisis, problemas del habla y confusión.

Enfermedad arterial periférica (EAP) :Isquemia en las arterias de las piernas, provocando dolor, entumecimiento, debilidad y posible daño tisular en las extremidades afectadas.

Isquemia mesentérica :Reducción del flujo sanguíneo a los intestinos, provocando dolor abdominal, náuseas y vómitos, entre otros síntomas.

Isquemia renal :Isquemia en los riñones, lo que dificulta su función de filtrar productos de desecho y regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo.

Tratamiento de la isquemia Por lo general, se centra en abordar la causa subyacente, como medicamentos y procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo, como la angioplastia y la colocación de un stent. El diagnóstico y tratamiento tempranos son cruciales para limitar el daño tisular y reducir el riesgo de complicaciones.