¿Por qué incluyes un elevador de pulso en el calentamiento?

Un elevador de pulso es una actividad que se realiza al comienzo de un entrenamiento para aumentar la frecuencia cardíaca y preparar los músculos y el cuerpo para las actividades más exigentes que seguirán en el entrenamiento. Hay algunas razones por las que es beneficioso incluir un elevador de pulso en un calentamiento:

1. Aumento de la temperatura corporal: Un elevador de pulso ayuda a elevar la temperatura corporal, lo cual es importante para mejorar el rendimiento muscular. Los músculos calientes son más elásticos y pueden contraerse con más fuerza, lo que reduce el riesgo de lesiones y mejora la eficacia general de los ejercicios posteriores.

2. Suministro de oxígeno facilitado: A medida que aumenta la frecuencia cardíaca durante el aumento del pulso, el corazón bombea más sangre, que transporta oxígeno y nutrientes a los músculos. Este aumento del suministro de oxígeno prepara los músculos para las mayores demandas de energía del entrenamiento, previniendo la fatiga y permitiendo contracciones musculares más eficientes.

3. Función cardiovascular mejorada: Los elevadores de pulso contribuyen al acondicionamiento y adaptación gradual del sistema cardiovascular al ejercicio. Con el tiempo, esto puede mejorar la resistencia cardiovascular, lo que significa que puedes hacer ejercicio durante períodos más prolongados y con mayor intensidad sin agotarte.

4. Preparación metabólica mejorada: Incluir un elevador de pulso ayuda a poner en marcha el metabolismo del cuerpo. Esto asegura que el cuerpo tenga la energía que necesita para rendir al máximo durante el entrenamiento principal.

5. Preparación mental y psicológica: Un aumento de pulso puede servir como preparación mental y psicológica para el entrenamiento que tenemos por delante. Permite a la persona pasar gradualmente de un estado de reposo a un estado más activo, lo que facilita concentrarse en los ejercicios siguientes.

Algunos ejemplos comunes de aumento de pulso incluyen trote ligero, saltos de tijera, rodillas altas, sentadillas con el peso corporal, círculos con los brazos y ejercicios de estiramiento dinámico que implican movimiento continuo. La intensidad y duración del aumento de pulso deben ajustarse según el nivel de condición física de la persona y las exigencias del próximo entrenamiento.

En resumen, incluir un elevador de pulso en un calentamiento ayuda a elevar la temperatura corporal, facilita el suministro de oxígeno a los músculos, mejora la función cardiovascular, mejora la preparación metabólica y crea preparación mental para el entrenamiento. Estos beneficios contribuyen colectivamente a una experiencia de entrenamiento más segura y eficaz.