¿Qué es el tratamiento de desensibilización?
1. Relajación: Antes de iniciar el proceso de desensibilización, se enseña al individuo técnicas de relajación como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva o la meditación de atención plena. Estas técnicas ayudan a reducir la ansiedad y crear una sensación de calma.
2. Jerarquía del miedo: La persona en terapia crea una lista de situaciones que provocan ansiedad relacionadas con su fobia, comenzando por las que menos ansiedad provocan y avanzando gradualmente hacia situaciones más temidas. Esta lista crea una jerarquía gradual de miedo.
3. Exposición: Durante el uso de técnicas de relajación, la persona se expone sistemáticamente a los estímulos temidos. Esta exposición puede tener lugar a través de la visualización o acercándonos gradualmente al objeto o situación temida en la vida real.
4. Pasos graduales: A partir del elemento que menos ansiedad provoca en la jerarquía del miedo, el individuo comienza el proceso de exposición mientras practica las técnicas de relajación. A medida que el individuo enfrenta con éxito cada paso sin experimentar altos niveles de ansiedad, pasa al siguiente elemento más desafiante de la lista.
5. Combinando relajación con exposición: A lo largo del proceso de desensibilización, el individuo asocia las técnicas de relajación con la exposición a los estímulos temidos. Esto ayuda a cambiar gradualmente su respuesta ansiosa a una reacción más tranquila y controlada.
6. Repetición: El emparejamiento de exposición-relajación se repite varias veces hasta que el individuo experimenta una respuesta de ansiedad significativamente reducida o eliminada al estímulo o situación temida.
7. Generalización: A medida que avanza el proceso de desensibilización, la respuesta reducida de miedo del individuo se generaliza a situaciones similares, lo que le permite enfrentar diversos escenarios que provocan ansiedad de manera más efectiva y segura.
El tratamiento de desensibilización se utiliza a menudo en combinación con otras técnicas terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual. Es importante que las personas que buscan este tipo de tratamiento trabajen estrechamente con un profesional de la salud mental para desarrollar un plan personalizado basado en sus miedos y desencadenantes de ansiedad específicos.