El tratamiento con inmunoglobulina intravenosa (IGIV) suele durar varias horas, pero la duración exacta puede variar según el paciente individual y su condición. La IVIG se administra a través de una vena y la velocidad de infusión se ajusta según la tolerancia del paciente. El tiempo total de tratamiento también puede verse afectado por la condición médica subyacente del paciente y la gravedad de sus síntomas.