¿Cómo afectan los anticuerpos a los receptores de trasplantes?
- Rechazo mediado por anticuerpos (RAM): La RAM es una afección en la que los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico del receptor atacan y dañan el órgano o tejido trasplantado. Esto puede ocurrir cuando hay una discrepancia entre los antígenos HLA del donante y del receptor. Los anticuerpos anti-HLA pueden activar la cascada del complemento, dando lugar a la formación de complejos de ataque a la membrana (MAC) que dañan las células del órgano trasplantado.
- Rechazo hiperagudo: El rechazo hiperagudo es una forma rápida y grave de rechazo que ocurre minutos u horas después del trasplante. Es causada por anticuerpos preexistentes en el suero del receptor que son específicos para los antígenos HLA del donante. Estos anticuerpos se unen al órgano o tejido trasplantado inmediatamente después del trasplante, activando el sistema del complemento y causando daños extensos.
- Rechazo crónico: El rechazo crónico es un proceso a largo plazo que puede provocar una pérdida gradual de la función del órgano o tejido trasplantado durante meses o años. Se cree que es causada por una combinación de factores, incluidos anticuerpos, respuestas inmunes celulares y el desarrollo de fibrosis (tejido cicatricial) dentro del órgano trasplantado. Los anticuerpos pueden contribuir al rechazo crónico al promover la inflamación, dañar los vasos sanguíneos dentro del órgano trasplantado y estimular la producción de tejido fibrótico.
La presencia de anticuerpos que reconocen los antígenos HLA del donante puede aumentar el riesgo de rechazo y comprometer el éxito a largo plazo del trasplante. Para minimizar el riesgo de RAM, los receptores de trasplantes a menudo son cuidadosamente emparejados con donantes en función de su compatibilidad HLA y se les administran medicamentos inmunosupresores para inhibir su sistema inmunológico y prevenir la producción de anticuerpos.