¿Qué es la salpingitis crónica?

La salpingitis crónica es una afección médica que implica la inflamación de las trompas de Falopio (salpinges) durante un período prolongado. Es una forma crónica de salpingitis, que puede ser causada por diversos factores, como infecciones de transmisión sexual (ITS), enfermedad inflamatoria pélvica (EPI) o procedimientos quirúrgicos previos.

En la salpingitis crónica, las trompas de Falopio se dañan, se cicatrizan y se engrosan. Este daño puede provocar diversas complicaciones, entre ellas:

1. Dolor pélvico: La salpingitis crónica se asocia comúnmente con dolor pélvico crónico, que puede experimentarse como un malestar sordo, doloroso o agudo en la parte inferior del abdomen o la pelvis.

2. Infertilidad: La inflamación y cicatrización de las trompas de Falopio pueden obstruirlas o bloquearlas, dificultando o imposibilitando el paso de los óvulos a través de ellas, provocando infertilidad.

3. Embarazo ectópico: Si la inflamación causa solo una obstrucción parcial de las trompas de Falopio, puede provocar un embarazo ectópico, que ocurre cuando el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, a menudo en la propia trompa de Falopio.

4. Absceso tubárico: La inflamación grave puede provocar la formación de bolsas llenas de pus llamadas abscesos tubáricos dentro de las trompas de Falopio. Estos abscesos pueden causar dolor intenso y fiebre.

5. Mayor riesgo de EPI e infertilidad: La salpingitis crónica aumenta el riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) recurrente y puede empeorar los resultados de la infertilidad si no se trata adecuadamente.

6. Adherencias pélvicas: La inflamación crónica puede provocar el desarrollo de adherencias, que son bandas de tejido cicatricial que conectan tejidos y órganos de la pelvis. Estas adherencias pueden causar dolor y malestar, además de contribuir a la infertilidad.

7. Disfunción sexual: El dolor y el malestar crónicos asociados con la salpingitis crónica pueden afectar la función y el disfrute sexual.

El tratamiento de la salpingitis crónica a menudo implica antibióticos para abordar cualquier infección subyacente y estrategias de manejo del dolor. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica como la laparoscopia para extirpar las trompas de Falopio dañadas o abordar cualquier complicación asociada, como abscesos tubáricos o adherencias extensas.