¿Cómo combaten los antibióticos las infecciones bacterianas?

Los antibióticos actúan matando o inhibiendo el crecimiento de bacterias. Lo logran a través de varios mecanismos, dependiendo del antibiótico específico. Estas son algunas de las principales formas en que los antibióticos combaten las infecciones bacterianas:

1. Inhibición de la síntesis de la pared celular: Algunos antibióticos, como la penicilina y las cefalosporinas, se dirigen a la pared celular bacteriana. Interrumpen la síntesis o estructura de la pared celular, que es esencial para que las bacterias mantengan su integridad y forma. Sin una pared celular fuerte, las bacterias se debilitan y eventualmente se lisan (se abren).

2. Inhibición de la síntesis de proteínas: Otro grupo de antibióticos, incluidos la eritromicina y la tetraciclina, se dirigen a la maquinaria de síntesis de proteínas de las bacterias. Se unen a los ribosomas, que son responsables de la producción de proteínas. Al interferir con la síntesis de proteínas, estos antibióticos impiden que las bacterias produzcan proteínas esenciales necesarias para el crecimiento y la supervivencia.

3. Interrupción de la replicación del ADN: Ciertos antibióticos, como la ciprofloxacina y el ácido nalidíxico, se dirigen al proceso de replicación del ADN en las bacterias. Inhiben enzimas llamadas topoisomerasas, que son cruciales para desenrollar y separar las cadenas de ADN durante la replicación. La interrupción de la replicación del ADN impide que las bacterias se reproduzcan y multipliquen.

4. Inhibición de la síntesis de ARN: La rifampicina es un antibiótico que inhibe específicamente la ARN polimerasa, una enzima esencial para la transcripción del ADN en ARN. Al bloquear la síntesis de ARN, la rifampicina impide la producción de moléculas de ARN esenciales, lo que dificulta el crecimiento y la reproducción de bacterias.

5. Alteración de la función de la membrana celular: Algunos antibióticos, como la polimixina B y la gramicidina, se dirigen a la membrana celular bacteriana. Aumentan la permeabilidad de la membrana celular, provocando fugas de componentes celulares esenciales y alterando la función de la membrana. Esto conduce a la muerte celular y previene un mayor crecimiento y propagación de las bacterias.

6. Inhibición de vías metabólicas: Ciertos antibióticos, como las sulfonamidas y la trimetoprima, inhiben vías metabólicas específicas que son vitales para el crecimiento y la supervivencia bacteriana. Las sulfonamidas interfieren con la síntesis de ácido fólico, mientras que la trimetoprima inhibe una enzima implicada en el metabolismo del folato. Al bloquear estas vías, estos antibióticos privan a las bacterias de nutrientes esenciales y perjudican su capacidad de multiplicarse.

Es importante tener en cuenta que los antibióticos son eficaces contra las infecciones bacterianas pero no contra las virales. Esto se debe a que los virus tienen una estructura y un mecanismo de replicación diferentes a los de las bacterias. Se utilizan diferentes clases de medicamentos antivirales para tratar infecciones virales.

Los antibióticos deben usarse con prudencia y sólo cuando sea necesario, bajo la supervisión de un profesional de la salud. El uso excesivo o incorrecto de los antibióticos puede provocar el desarrollo de resistencia a los antibióticos, donde las bacterias se vuelven resistentes a los efectos de los antibióticos y se vuelven más difíciles de tratar.