¿Cómo ataca el Streptococcus pneumoniae?
Adhesión:el primer paso en la patogénesis de la infección por Streptococcus pneumoniae es la adhesión al tracto respiratorio del huésped. La bacteria expresa varias proteínas de superficie, como pili y adhesinas, que le permiten unirse a receptores específicos en la superficie de las células epiteliales nasales y respiratorias.
Colonización:Una vez adherido a las células huésped, Streptococcus pneumoniae coloniza la nasofaringe. Esta colonización puede ser asintomática (transporte) o puede provocar una infección. La colonización es más común en niños y ancianos.
Toxinas:Streptococcus pneumoniae produce varias toxinas que contribuyen a su virulencia. Estas toxinas incluyen:
- Neumolisina:una toxina citotóxica que daña las membranas de las células huésped y contribuye al daño y la inflamación pulmonar.
- Autolisina:una enzima que ayuda a la bacteria a propagarse descomponiendo la matriz extracelular del huésped.
- Peróxido de hidrógeno:producido por el metabolismo de la bacteria, contribuye al daño y la inflamación de los tejidos.
- Neuraminidasa:enzima que escinde el ácido siálico de la superficie de la célula huésped, facilitando la propagación y colonización bacteriana.
Evasión inmune:Streptococcus pneumoniae ha desarrollado varios mecanismos para evadir la respuesta inmune del huésped. Por ejemplo, puede producir una cápsula hecha de polisacáridos que le ayuda a resistir la fagocitosis por parte de las células inmunes.
Invasión:en algunos casos, Streptococcus pneumoniae puede invadir tejidos más profundos más allá del tracto respiratorio, provocando infecciones como meningitis, bacteriemia y sepsis. Esta invasión implica que la bacteria cruce la barrera epitelial y entre al torrente sanguíneo, donde puede diseminarse a varios órganos y causar una infección sistémica.
La gravedad de la infección por Streptococcus pneumoniae depende de varios factores, incluida la virulencia de la cepa, el estado inmunológico del huésped y las condiciones de salud subyacentes del individuo. El diagnóstico oportuno y el tratamiento antibiótico adecuado son cruciales para prevenir resultados y complicaciones graves.