El ácido carbólico, también conocido como fenol, tiene propiedades desinfectantes e históricamente se utilizó como antiséptico en entornos médicos. Si bien puede inhibir el crecimiento de microorganismos, incluidas bacterias y hongos, su uso en la medicina moderna ha disminuido significativamente debido a su naturaleza tóxica y corrosiva. El ácido carbólico ha sido reemplazado por alternativas más seguras y efectivas. Es importante tener en cuenta que los procedimientos y sustancias antisépticos recomendados pueden variar según situaciones y entornos específicos. Consulte siempre con profesionales de la salud sobre los métodos adecuados de prevención de infecciones.