¿Por qué aumentar la ingesta de líquidos para la fiebre?

Existen varias razones por las que es importante aumentar la ingesta de líquidos durante la fiebre:

1. Deshidratación: La fiebre provoca un aumento de la sudoración y la pérdida de líquidos, lo que puede provocar deshidratación, especialmente en niños y ancianos. Beber mucho líquido ayuda a reponer los líquidos perdidos, previniendo la deshidratación y sus síntomas asociados, como debilidad, mareos y confusión.

2. Regulación de la temperatura corporal: Los líquidos ayudan a regular la temperatura corporal. Cuando la temperatura corporal aumenta, como durante la fiebre, se produce sudoración y pérdida de líquidos. Beber líquidos ayuda a reponer estos líquidos perdidos, apoyando los mecanismos de enfriamiento naturales del cuerpo y ayudando a reducir la fiebre.

3. Adelgazamiento de la mucosidad: La fiebre puede provocar congestión nasal y producción de moco espeso. Beber líquidos, especialmente líquidos tibios, puede ayudar a diluir la mucosidad, facilitando su eliminación de la nariz y las vías respiratorias, mejorando así la respiración y reduciendo las molestias.

4. Transporte de nutrientes y productos de desecho: Los líquidos son esenciales para transportar nutrientes a las células y eliminar los productos de desecho metabólicos. Durante la fiebre, el metabolismo del cuerpo aumenta, lo que genera mayores necesidades de nutrientes y energía. La ingesta adecuada de líquidos garantiza la entrega adecuada de nutrientes para apoyar la respuesta inmune y la eliminación de productos de desecho.

5. Prevención de desequilibrios electrolíticos: La fiebre puede provocar un desequilibrio en los electrolitos, como los iones de sodio, potasio y cloruro. Los líquidos que contienen electrolitos, como las bebidas deportivas o las soluciones de rehidratación oral, ayudan a restaurar los niveles de electrolitos y previenen desequilibrios graves, especialmente en personas con fiebre alta o prolongada.

6. Alivio de los síntomas: Los líquidos pueden ayudar a aliviar algunos síntomas asociados con la fiebre, como dolor de garganta, dificultad para tragar y tos seca. Beber líquidos ayuda a calmar los tejidos irritados y proporciona un alivio temporal del malestar.

7. Mejora del bienestar general: Una hidratación adecuada es crucial para mantener la salud y el bienestar general. Durante la fiebre, una mayor ingesta de líquidos ayuda a mejorar los niveles de energía, reducir la fatiga y mejorar la función cognitiva, lo que ayuda en el proceso de recuperación.

8. Reducir la duración de la fiebre: Si bien es posible que los líquidos por sí solos no reduzcan directamente la duración de la fiebre, pueden respaldar los mecanismos naturales del cuerpo para controlar la temperatura corporal, lo que podría contribuir a una recuperación más rápida.

Vale la pena señalar que, si bien aumentar la ingesta de líquidos generalmente es beneficioso durante la fiebre, es importante evitar las bebidas azucaradas, como los refrescos o los jugos, ya que pueden empeorar la respuesta inflamatoria. El agua, las soluciones de electrolitos y otros líquidos claros suelen ser las mejores opciones para hidratarse durante la fiebre.