La penicilina es un antibiótico que se usa para tratar infecciones bacterianas, mientras que la candidiasis es de naturaleza fúngica. Los antibióticos no causan directamente la candidiasis. Sin embargo, al alterar el equilibrio de los microorganismos o matar las bacterias sensibles del cuerpo, pueden crear un entorno favorable para el crecimiento excesivo de levaduras, lo que posiblemente provoque una candidiasis. Además, ciertos antibióticos pueden alterar la flora vaginal normal, aumentando el riesgo de candidiasis vaginal en las mujeres.