¿Qué les sucede a nuestros cuerpos durante las relaciones sexuales?

Durante las relaciones sexuales, nuestro cuerpo pasa por una serie de cambios fisiológicos y psicológicos que son provocados por la liberación de hormonas y sustancias químicas en el cerebro. Estos cambios se pueden clasificar en varias fases, cada una asociada con experiencias físicas y emocionales específicas. Aquí hay una descripción general de lo que le sucede a nuestro cuerpo durante las relaciones sexuales:

1. Fase de excitación :

- Ambos miembros de la pareja experimentan un aumento del flujo sanguíneo a los genitales y otras zonas erógenas, lo que provoca congestión y lubricación.

- El ritmo cardíaco y la respiración se aceleran y los músculos se tensan en preparación para la actividad sexual.

- La liberación de hormonas como la adrenalina, la dopamina y la testosterona eleva el estado de ánimo y crea sentimientos de anticipación y excitación.

2. Fase de meseta :

- El cuerpo entra en un estado de mayor excitación y la frecuencia cardíaca y la respiración continúan aumentando.

- Los músculos de la vagina, el ano y el pene se contraen y relajan involuntariamente, intensificando la sensación de placer.

3. Orgasmo :

- Este es el pico de la excitación sexual, caracterizado por un placer intenso y contracciones musculares involuntarias en los genitales.

- La liberación de hormonas como la oxitocina y la prolactina promueve la relajación, el vínculo y una sensación de cercanía emocional.

4. Fase de resolución :

- El cuerpo comienza a volver a su estado de reposo.

- Los músculos se relajan y el ritmo cardíaco y la respiración disminuyen.

- Algunas personas experimentan un período refractario, en el que temporalmente no pueden alcanzar otro orgasmo.

Estos cambios físicos van acompañados de las correspondientes respuestas psicológicas, como una mayor intimidad emocional, mayores sentimientos de afecto y amor, reducción del estrés y una sensación general de bienestar.

Es importante tener en cuenta que la secuencia exacta y la intensidad de estos cambios pueden variar de persona a persona y depender de factores individuales, como las preferencias personales, la dinámica de las relaciones y la salud general.