El proceso de extraer líquido amniótico del saco amniótico que rodea a un feto en desarrollo para investigar los cromosomas humanos se conoce como amniocentesis. La amniocentesis, que se realiza normalmente entre las semanas 15 y 20 de gestación, permite realizar pruebas genéticas prenatales, diagnosticar trastornos genéticos y determinar el sexo del feto, entre otros fines. Mediante el análisis de las células fetales presentes en el líquido amniótico, se pueden identificar anomalías genéticas, lo que proporciona información crucial a los futuros padres y facilita las decisiones médicas adecuadas.