¿Qué significan los cambios inflamatorios?

Los cambios inflamatorios se refieren a alteraciones en tejidos u órganos que ocurren en respuesta a la inflamación, que es un mecanismo de protección natural del cuerpo contra estímulos dañinos como infecciones, lesiones o toxinas. Estos cambios suelen caracterizarse por enrojecimiento, hinchazón, calor, dolor y pérdida de función.

Los cambios inflamatorios pueden manifestarse a nivel celular y tisular. A nivel celular, la inflamación implica la activación de células inmunes, como neutrófilos, macrófagos y linfocitos, que liberan diversos mediadores inflamatorios y citocinas. Estos mediadores provocan vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular y reclutamiento de células inmunitarias adicionales en el área afectada.

A nivel de los tejidos, los cambios inflamatorios incluyen un aumento del flujo sanguíneo, lo que provoca enrojecimiento y calor. La afluencia de líquido y células inmunitarias provoca hinchazón y edema. Las células dañadas y los restos de tejido se acumulan, lo que provoca dolor y sensibilidad. La liberación de mediadores inflamatorios también puede afectar la función del órgano o tejido afectado, provocando síntomas como dificultad para respirar (en la inflamación pulmonar), dolor abdominal (en la inflamación intestinal) o rigidez de las articulaciones (en la inflamación de las articulaciones).

Los cambios inflamatorios son una característica común de muchas enfermedades y afecciones, incluidas infecciones, trastornos autoinmunes, alergias, enfermedades inflamatorias crónicas y lesiones tisulares. Sirven como respuesta protectora para eliminar agentes nocivos, iniciar la reparación de tejidos y promover la curación. Sin embargo, la inflamación crónica o excesiva puede contribuir al daño tisular y provocar complicaciones y problemas de salud a largo plazo si no se maneja o trata adecuadamente.