¿Por qué algunas deposiciones huelen a azufre o a huevos podridos?

El olor asociado con algunas deposiciones que usted mencionó comúnmente es causado por la presencia de compuestos que contienen azufre, en particular gas sulfuro de hidrógeno (H2S) y ciertos compuestos orgánicos volátiles (COV), como metanotiol y sulfuro de dimetilo. Estos compuestos se producen como resultado de la descomposición y fermentación bacteriana de la fibra dietética y las proteínas en el intestino grueso (colon).

A continuación se detallan algunos factores que pueden influir en la producción de estos compuestos que contienen azufre y contribuir a la aparición de heces con mal olor:

1. Dieta: Ciertos alimentos, como las carnes rojas, el ajo, las cebollas, las verduras crucíferas (p. ej., brócoli, repollo), las legumbres y las dietas ricas en proteínas, pueden aumentar el contenido de azufre de las heces y contribuir a su fuerte olor.

2. Digestión y Absorción: La digestión incompleta o la mala absorción de ciertos nutrientes, particularmente carbohidratos y proteínas, pueden provocar una fermentación excesiva en el colon, lo que resulta en la producción de compuestos malolientes.

3. Microbiota intestinal: La composición de las bacterias intestinales juega un papel crucial en la descomposición de los compuestos dietéticos. Un desequilibrio en la flora intestinal o el crecimiento excesivo de ciertas bacterias, como las bacterias reductoras de sulfato, pueden mejorar la producción de gases que contienen azufre y COV.

4. Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas también pueden causar heces malolientes. Por ejemplo, el síndrome del intestino irritable (SII), las enfermedades inflamatorias del intestino (por ejemplo, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa), la enfermedad celíaca y las infecciones gastrointestinales (como el crecimiento excesivo de bacterias) pueden alterar las deposiciones y producir malos olores.

5. Medicamentos: Algunos medicamentos pueden afectar la digestión y alterar la composición de las bacterias intestinales, lo que puede contribuir a cambios en el olor de las heces.

Es importante tener en cuenta que los cambios ocasionales en el olor de las heces no suelen ser motivo de preocupación y pueden estar relacionados con elecciones dietéticas o trastornos digestivos temporales. Sin embargo, las heces persistentes o con mal olor intenso, especialmente acompañadas de otros síntomas como dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales o pérdida de peso inexplicable, justifican una visita a un profesional de la salud para una evaluación adicional para descartar cualquier afección médica subyacente.