Qué esperar a medida que avanza la nefropatía por IgA
A continuación se ofrece una descripción general de qué esperar a medida que avanza la NIgA:
Etapa temprana: En la etapa inicial de la NIgA, es posible que no haya síntomas o signos perceptibles de daño renal. La afección a menudo se detecta mediante análisis de sangre o orina de rutina.
Proteinuria: A medida que avanza la enfermedad, los riñones comienzan a filtrar proteínas a la orina, una condición conocida como proteinuria. Este suele ser el primer signo perceptible de NIgA.
Hematuria: Otro síntoma común de la NIgA es la hematuria, que se refiere a la presencia de sangre en la orina. Esto puede variar desde hematuria microscópica, que sólo puede detectarse mediante un análisis de orina, hasta hematuria macroscópica, que es visible a simple vista.
Disminución de la función renal: A medida que avanza la NIgA, los riñones pueden perder gradualmente su capacidad de filtrar los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre. Esto puede provocar una acumulación de toxinas en el cuerpo y, eventualmente, provocar insuficiencia renal.
Hipertensión: La presión arterial alta (hipertensión) es una complicación común de la NIgA y puede acelerar aún más la progresión del daño renal.
Edema: Puede producirse edema o hinchazón en las manos, los pies y los tobillos como resultado de la disminución de la función renal y la retención de líquidos.
Anemia: La anemia, una afección caracterizada por un recuento bajo de glóbulos rojos, también puede desarrollarse cuando los riñones se vuelven menos capaces de producir eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos.
Enfermedad renal terminal: En casos graves de NIgA, los riñones pueden eventualmente fallar, lo que lleva a una enfermedad renal terminal (ESRD). En esta etapa, puede ser necesario diálisis o trasplante de riñón para mantener la vida.
Es importante tener en cuenta que la progresión de la NIgA puede ser muy variable e impredecible. El control regular de la función renal, la presión arterial y los análisis de orina pueden ayudar a detectar y controlar la enfermedad de forma eficaz, lo que podría ralentizar o detener la progresión del daño renal.