¿Qué es la enfermedad del parénquima renal?
Las enfermedades del parénquima renal pueden ser agudas y desarrollarse repentinamente o crónicas y persistir durante un período prolongado. Varias condiciones pueden causar daño o anomalías en el parénquima renal:
1. Glomerulonefritis:es una inflamación o daño a los glomérulos, las pequeñas redes de vasos sanguíneos dentro de los riñones que filtran los desechos. La glomerulonefritis puede ser aguda o crónica y puede surgir por diversas causas, incluidos trastornos autoinmunes, infecciones o factores genéticos.
2. Enfermedades tubulointersticiales:estas afecciones implican daño a los túbulos renales y al tejido intersticial circundante. Las enfermedades tubulointersticiales pueden ser causadas por medicamentos, toxinas, infecciones o trastornos genéticos. Pueden alterar las funciones de reabsorción y secreción de los túbulos, provocando desequilibrios en electrolitos y sustancias como el sodio y el potasio.
3. Enfermedad renal crónica (ERC):La ERC es una disminución progresiva de la función renal con el tiempo. Puede deberse a diversas causas, como diabetes, presión arterial alta, glomerulonefritis o episodios repetidos de lesión renal aguda. La ERC afecta el tejido parenquimatoso y conduce a un deterioro gradual de la función renal.
4. Enfermedad renal poliquística (PKD):la PKD es una afección hereditaria caracterizada por el crecimiento de múltiples quistes dentro de los riñones. Estos quistes pueden agrandarse con el tiempo y alterar el funcionamiento normal del parénquima renal, lo que eventualmente provocará insuficiencia renal si no se maneja adecuadamente.
5. Cálculos renales:Los cálculos renales son depósitos minerales duros que pueden formarse dentro de los riñones. Si bien es posible que no dañen directamente el parénquima renal, pueden provocar obstrucción e inflamación, lo que daña los delicados tejidos del riñón.
6. Infecciones y abscesos:las infecciones bacterianas o virales a veces pueden causar inflamación y daño dentro del parénquima renal, lo que lleva a un deterioro de la función renal. Los abscesos renales, si no se tratan, también pueden provocar un daño parenquimatoso significativo.
El diagnóstico de la enfermedad del parénquima renal a menudo implica una combinación de antecedentes médicos, examen físico, pruebas de laboratorio y estudios de imágenes como ecografía o biopsias de riñón. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden ayudar a ralentizar o prevenir un mayor daño al parénquima renal, preservando la función renal y la salud en general.