¿Por qué comprobar las funciones renales con un análisis de sangre antes de una resonancia magnética?

No se requiere de forma rutinaria un análisis de sangre que verifique las funciones renales, conocido como prueba de función renal, antes de someterse a un examen de resonancia magnética (imagen por resonancia magnética), a menos que se apliquen circunstancias específicas.

Sin embargo, en ciertos casos, los médicos pueden recomendar una prueba de función renal antes de una resonancia magnética por los siguientes motivos:

Agentes de contraste: Los agentes de contraste a base de gadolinio (GBCA), que se utilizan comúnmente en exámenes de resonancia magnética para mejorar la visibilidad de ciertas estructuras y órganos, pueden excretarse por los riñones. En personas con función renal reducida o enfermedad renal, el cuerpo puede tener dificultades para eliminar el agente de contraste del torrente sanguíneo. Esto puede provocar una afección llamada fibrosis sistémica nefrogénica (NSF), una afección rara pero grave de la piel y los órganos. Por lo tanto, se realiza una prueba de función renal para evaluar la salud y la función de los riñones antes de administrar un GBCA, especialmente en pacientes con problemas renales existentes.

Precauciones de seguridad: En algunas situaciones, los pacientes con función renal deficiente pueden necesitar precauciones especiales durante una resonancia magnética con un agente de contraste. El médico y el equipo de resonancia magnética pueden hacer los ajustes necesarios para garantizar la seguridad del paciente.

Dosis de contraste: La cantidad y el tipo de agente de contraste que se utilizará durante una resonancia magnética pueden verse influenciados por los resultados de la prueba de función renal. Los pacientes con insuficiencia renal pueden recibir una dosis más baja o una formulación diferente del agente de contraste, minimizando el riesgo de complicaciones.

Evaluación inicial: Una prueba de función renal puede proporcionar una referencia de la función renal antes de la resonancia magnética, lo que permite un seguimiento y comparación continuos en futuras evaluaciones médicas.

Consideraciones específicas del paciente: Ciertos factores específicos del paciente, como la edad avanzada, la diabetes o antecedentes personales o familiares de problemas renales, pueden hacer que un médico solicite una prueba de función renal antes de una resonancia magnética como medida de precaución.

En general, si bien una prueba de función renal no siempre es necesaria antes de una resonancia magnética, puede ser recomendable en determinadas situaciones para garantizar la seguridad del paciente y el uso adecuado de agentes de contraste durante el examen. La decisión de realizar la prueba se basa en una evaluación individual del historial médico del paciente, los factores de riesgo y el tipo de resonancia magnética que se realiza.