¿Cómo se deben tratar los cálculos renales?

Los cálculos renales suelen desaparecer por sí solos sin ninguna intervención médica. Sin embargo, cuando los cálculos son demasiado grandes o causan dolor intenso o complicaciones, es necesario tratamiento médico. El enfoque para tratar los cálculos renales depende del tamaño, la ubicación y la composición de los cálculos. A continuación se muestran algunos métodos de tratamiento comunes:

1. Hidratación y manejo del dolor :

- Beba mucha agua para eliminar los cálculos más pequeños y reducir el riesgo de desarrollar cálculos nuevos.

- Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ayudar a controlar el dolor.

2. Gestión conservadora :

- Para los cálculos más pequeños que potencialmente pueden desaparecer por sí solos, los médicos pueden recomendar una espera vigilante.

- También se pueden recomendar modificaciones en la dieta, como una reducción de la ingesta de sodio y un mayor consumo de agua.

3. Terapia de Expulsión Médica (MET) :

- Se trata de tomar medicamentos para relajar los músculos del tracto urinario, ayudando a que los cálculos pasen más fácilmente.

4. Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) :

- Este procedimiento no invasivo utiliza ondas de choque para romper los cálculos renales más grandes en pedazos más pequeños que pueden eliminarse más fácilmente.

5. Ureteroscopia y Litotricia Láser :

- Se inserta un instrumento delgado y flexible con una cámara a través de la uretra y hasta el uréter para llegar al cálculo renal. Luego se utiliza energía láser para descomponer el cálculo en fragmentos más pequeños que se pueden expulsar.

6. Nefrolitotomía percutánea (NLPC) :

- Esta técnica quirúrgica consiste en realizar una pequeña incisión en la espalda para acceder al riñón y extraer directamente cálculos más grandes o complejos.

7. Cirugía mínimamente invasiva :

- En ciertos casos, se pueden utilizar procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, como la laparoscopia, para eliminar los cálculos renales.

El enfoque de tratamiento específico lo determina un urólogo basándose en una evaluación del estado del paciente, las características de los cálculos y los factores individuales. Puede ser necesario un seguimiento y una monitorización regulares para garantizar una eliminación exitosa de los cálculos y prevenir la formación de cálculos en el futuro.