¿Cómo se desarrolla el anticoagulante lúpico?
Disfunción del sistema inmunológico:en personas con anticoagulante lúpico, el sistema inmunológico produce por error anticuerpos que se dirigen a las proteínas anticoagulantes naturales del cuerpo, como los fosfolípidos y las proteínas involucradas en la cascada de la coagulación. Estos anticuerpos se conocen como anticuerpos antifosfolípidos.
Factores genéticos:las variaciones genéticas en ciertos genes relacionados con el sistema inmunológico y la coagulación sanguínea se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar anticoagulante lúpico. El gen más comúnmente implicado es el gen HLA-DR4.
Condiciones subyacentes:el anticoagulante lúpico a menudo se asocia con otros trastornos autoinmunes, en particular el lupus eritematoso sistémico (LES). También puede ocurrir en asociación con otras afecciones, como infecciones (p. ej., hepatitis C, VIH), ciertos cánceres, complicaciones relacionadas con el embarazo y ciertos medicamentos.
Historial de coágulos sanguíneos:las personas que tienen antecedentes personales o familiares de coágulos sanguíneos (trombosis) tienen más probabilidades de desarrollar anticoagulante lúpico.
Es importante tener en cuenta que la presencia de anticoagulante lúpico por sí sola no necesariamente provoca problemas de coagulación sanguínea. Algunas personas con anticoagulante lúpico pueden permanecer asintomáticas, mientras que otras pueden experimentar trombosis recurrente u otras complicaciones relacionadas con la afección subyacente o trastornos autoinmunes asociados.