¿La anemia afecta el sistema nervioso?

La anemia, especialmente cuando es grave, puede afectar el sistema nervioso de varias maneras:

1. Síntomas neurológicos: La anemia grave puede provocar síntomas neurológicos como:

- Confusión

- Memoria deteriorada

- Dificultad para concentrarse

- Dolor de cabeza

- Mareos

- Irritabilidad

- Fatiga

2. Neuropatía periférica: La anemia relacionada con la deficiencia de vitamina B12 (anemia perniciosa) puede causar daño a la vaina de mielina de los nervios periféricos, lo que resulta en neuropatía periférica. Los síntomas pueden incluir:

- Entumecimiento

- Hormigueo

- Sensaciones de ardor

- Debilidad muscular

- Dificultad para caminar

3. Hipoxia cerebral: La anemia reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que provoca hipoxia cerebral (suministro inadecuado de oxígeno al cerebro). La hipoxia prolongada puede causar daño a las células cerebrales y diversos déficits neurológicos.

4. Deterioro cognitivo: La anemia crónica, especialmente en niños y adultos mayores, se ha asociado con deterioro cognitivo, que incluye reducción de la capacidad de atención, problemas de memoria y dificultades con el procesamiento cognitivo.

5. Mayor riesgo de accidente cerebrovascular: La anemia grave puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular debido al aumento de la viscosidad de la sangre y a una mayor probabilidad de formación de coágulos sanguíneos.

6. Retrasos en el desarrollo de los niños: En los niños, la anemia grave durante períodos críticos del desarrollo puede provocar un retraso en el desarrollo, incluidos los hitos motores y cognitivos.

Vale la pena señalar que no todos los tipos de anemia provocan efectos neurológicos. Por ejemplo, la anemia por deficiencia de hierro normalmente no afecta directamente al sistema nervioso a menos que sea grave o coexista con otras deficiencias nutricionales.

Cuando se identifica la anemia como la causa subyacente de los síntomas neurológicos, el diagnóstico y tratamiento oportunos de la anemia son cruciales para mejorar la función neurológica y prevenir daños mayores.