¿Por qué el músculo cardíaco nunca se cansa?

Esta es una afirmación incorrecta. De hecho, el músculo cardíaco puede cansarse o, más precisamente, fatigarse y fallar, como cualquier otro tipo de músculo. Si bien el corazón es conocido por su actividad continua e incansable a lo largo de la vida del ser humano, no es inmune a la fatiga.

La fatiga cardíaca puede ocurrir en varias situaciones:

1. Isquemia:cuando hay un suministro reducido de sangre al músculo cardíaco, como en casos de enfermedad de las arterias coronarias o ataques cardíacos, el corazón puede experimentar fatiga. Esto se debe a que las células musculares no reciben suficiente oxígeno y nutrientes para mantener una actividad continua.

2. Arritmias:los ritmos cardíacos irregulares, como la fibrilación auricular o la taquicardia ventricular, también pueden provocar fatiga cardíaca. Estas arritmias alteran la contracción y relajación coordinadas normales del corazón, haciéndolo menos eficiente y propenso a la fatiga.

3. Sobreesfuerzo:El esfuerzo físico excesivo y prolongado, especialmente en personas no entrenadas, puede tensar el músculo cardíaco y provocar fatiga. Los corredores de maratón, por ejemplo, pueden experimentar fatiga cardíaca transitoria después de una carrera.

4. Ciertos medicamentos:algunos medicamentos, incluidos ciertos fármacos de quimioterapia o altas dosis de cafeína, pueden afectar la función del corazón y contribuir a la fatiga.

5. Insuficiencia cardíaca:las etapas avanzadas de insuficiencia cardíaca pueden provocar fatiga cardíaca a medida que el corazón se debilita progresivamente y es incapaz de satisfacer las demandas del cuerpo.

Es fundamental reconocer y abordar los factores subyacentes que contribuyen a la fatiga cardíaca para mantener la salud del corazón y prevenir complicaciones graves. Los chequeos regulares, un estilo de vida saludable y el control de las afecciones médicas subyacentes pueden ayudar a reducir el riesgo de fatiga cardíaca y garantizar la longevidad del notable rendimiento del corazón.