¿Qué signos hay si tienes dolores en el hombro izquierdo y en la clavícula?

El dolor en el hombro y el cuello izquierdos, junto con el dolor de clavícula, puede deberse a varias afecciones subyacentes. Es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. A continuación se muestran algunas posibles causas:

1. Distensión o esguince muscular: Los movimientos repetitivos, el uso excesivo o las lesiones repentinas pueden tensar o torcer los músculos, tendones o ligamentos alrededor del hombro y el cuello, provocando dolor.

2. Lesión del manguito rotador: El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que estabilizan la articulación del hombro. Las lesiones del manguito rotador, como desgarros o inflamación, pueden causar dolor en el hombro, el cuello y la clavícula.

3. Artritis: Las afecciones degenerativas como la osteoartritis o las afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide pueden afectar las articulaciones del hombro, el cuello y la clavícula, provocando dolor, rigidez e inflamación.

4. Radiculopatía cervical: La compresión o irritación de las raíces nerviosas del cuello puede provocar un dolor que se irradia desde el cuello hasta el hombro y la clavícula. Esto puede ser causado por una hernia de disco, espolones óseos u otros problemas de la columna.

5. Bursitis: Las bolsas son sacos llenos de líquido que amortiguan las articulaciones. La inflamación de las bolsas, conocida como bursitis, puede ocurrir en el hombro y causar dolor, hinchazón y sensibilidad.

6. Fracturas: Una fractura o rotura en la clavícula, el omóplato o las vértebras del cuello puede provocar dolor en las zonas afectadas.

7. Dolor referido: El dolor en el hombro, el cuello y la clavícula a veces puede ser un dolor referido a otros órganos, como el corazón, los pulmones o la vesícula biliar.

8. Tumores: En casos raros, el dolor en el hombro izquierdo, el cuello y la clavícula puede ser síntoma de un tumor o masa en el área.

Es importante buscar atención médica si el dolor es intenso, persistente o está acompañado de otros síntomas como debilidad, entumecimiento o fiebre. Un profesional de la salud puede proporcionar un diagnóstico adecuado, descartar cualquier afección subyacente grave y recomendar el tratamiento adecuado.