Bultos en cuello y cabeza de niño de 6 años ¿Ayuda?
A continuación se detallan algunas posibles causas de bultos en el cuello y la cabeza en los niños:
Nódulos linfáticos inflamados: Los ganglios linfáticos son glándulas pequeñas con forma de frijol que forman parte del sistema inmunológico del cuerpo. Pueden hincharse en respuesta a una infección, inflamación u otras afecciones. Los ganglios linfáticos inflamados suelen ser sensibles al tacto y pueden moverse libremente debajo de la piel.
Quistes: Los quistes son sacos llenos de líquido que pueden desarrollarse en varias partes del cuerpo. Por lo general, son benignos, es decir, no cancerosos, y no causan ningún síntoma a menos que crezcan o se infecten.
Lipomas: Los lipomas son tumores grasos benignos que pueden crecer en cualquier parte del cuerpo, incluidos el cuello y la cabeza. Por lo general, son suaves, móviles e indoloros.
Glándulas salivales inflamadas: Las glándulas salivales producen saliva, que ayuda con la digestión. Pueden hincharse debido a una infección, deshidratación u otras afecciones. Las glándulas salivales inflamadas pueden causar dolor, hinchazón y dificultad para tragar.
Nódulos tiroideos: La tiroides es una glándula pequeña con forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello. Los nódulos tiroideos son crecimientos dentro de la glándula tiroides. Pueden ser benignos o cancerosos y pueden causar síntomas o no.
Quistes de hendidura branquial: Los quistes de las hendiduras branquiales son defectos congénitos (presentes al nacer) que se desarrollan a partir de los restos de las hendiduras branquiales embrionarias. Aparecen como bultos en el costado del cuello y pueden infectarse o causar molestias.
Tumores: Aunque son poco comunes en los niños, los tumores también pueden causar bultos en el cuello o la cabeza.
Es importante consultar con un proveedor de atención médica, como un pediatra o un otorrinolaringólogo (médico de oído, nariz y garganta), para determinar la causa exacta de los bultos en el cuello y la cabeza de su hijo. El proveedor de atención médica evaluará los bultos, preguntará sobre los síntomas y el historial médico de su hijo y puede ordenar pruebas de diagnóstico, como exploraciones por imágenes o biopsias, para confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado.
Nunca ignore un bulto en el cuello o la cabeza de su hijo. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para controlar las condiciones médicas de manera efectiva y garantizar el bienestar de su hijo.