¿Qué es una pequeña ampolla circular en el cuello?

Las pequeñas ampollas circulares en el cuello pueden indicar una variedad de afecciones de la piel. Estas son algunas posibles causas:

1. Herpes simple:

- Pequeñas ampollas llenas de líquido que suelen aparecer agrupadas en el cuello, la cara o los labios.

- Provocada por el virus del herpes simple (HSV-1 o HSV-2).

- Las ampollas pueden ir acompañadas de una sensación de hormigueo o ardor y pueden tardar entre 2 y 4 semanas en sanar.

2. Herpes zoster (herpes zoster):

- Una reactivación del virus varicela-zóster (el virus que causa la varicela).

- Provoca una erupción dolorosa con pequeñas ampollas que pican y que normalmente aparecen en un lado del cuerpo, incluido el cuello.

- Las ampollas pueden ir acompañadas de fiebre, fatiga y dolor de cabeza.

3. Impétigo:

- Una infección bacteriana contagiosa de la piel que a menudo comienza como pequeñas ampollas rojas.

- Las ampollas pueden romperse y formar una costra de color miel.

- Afecta comúnmente a los niños y puede aparecer en áreas expuestas de la piel, incluido el cuello.

4. Dermatitis de contacto:

- Una reacción alérgica o irritación a una sustancia que entra en contacto con la piel.

- Puede provocar pequeñas ampollas o bultos rojos que pican.

- Los desencadenantes comunes incluyen ciertos metales, cosméticos, fragancias o plantas (como la hiedra venenosa).

5. Varicela (Varicela):

- Una infección viral infantil común que causa una erupción con picazón de pequeñas ampollas llenas de líquido.

- Pueden aparecer ampollas en cualquier parte del cuerpo, incluido el cuello.

6. Reacción al medicamento:

- Ciertos medicamentos pueden provocar ampollas o erupciones como efecto secundario.

- Si recientemente has comenzado a tomar un nuevo medicamento, es importante consultar a tu médico para determinar si podría ser la causa.

Es fundamental contar con un diagnóstico adecuado de un profesional de la salud, como un dermatólogo o un médico, para determinar la causa exacta de las ampollas en el cuello. Pueden recomendar el tratamiento adecuado según la afección subyacente.