Sí, las glándulas del cuello pueden permanecer inflamadas hasta por dos meses. Por lo general, esto se debe a una infección, como una infección viral o bacteriana. En la mayoría de los casos, la hinchazón desaparecerá por sí sola en unas pocas semanas. Sin embargo, si la hinchazón persiste durante más de dos meses, es importante consultar a un médico para descartar cualquier afección médica subyacente.