¿Puede la compresión de la médula espinal causar vértigo?

El vértigo puede ser un síntoma de compresión de la médula espinal, aunque no es tan común como otros síntomas como dolor, debilidad y cambios sensoriales. La compresión de la médula espinal ocurre cuando la médula espinal se comprime o aprieta, generalmente por una hernia de disco, espolones óseos o un tumor. Esto puede alterar las señales entre el cerebro y el cuerpo, provocando diversos síntomas, incluido el vértigo.

El vértigo es una sensación de mareo o sensación de dar vueltas, a menudo acompañada de náuseas y pérdida del equilibrio. Puede ser causada por problemas en el oído interno o por otros problemas que afectan el cerebro o la médula espinal. En casos de compresión de la médula espinal, puede producirse vértigo si la compresión afecta la región cervical (cuello) de la médula espinal, especialmente los segmentos cervicales superiores. Estos segmentos son los encargados de controlar el equilibrio y la coordinación, y cualquier daño o compresión en esta zona puede provocar vértigo.

Es importante tener en cuenta que el vértigo relacionado con la compresión de la médula espinal puede ir acompañado de otros signos y síntomas neurológicos, como dolor de cuello, debilidad de brazos o piernas, entumecimiento u sensación de hormigueo y dificultad para caminar. Si experimenta vértigo junto con estos otros síntomas, es fundamental buscar atención médica de inmediato para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.

Por lo general, un médico realizará un examen físico y puede solicitar pruebas de imágenes, como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para evaluar la médula espinal e identificar cualquier causa potencial de compresión. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos para controlar los síntomas, fisioterapia o cirugía para aliviar la presión sobre la médula espinal.