¿Cuáles son los síntomas de la dispraxia?

Los síntomas comunes de la dispraxia pueden incluir:

- Dificultad con la motricidad fina, como escribir a mano, cortar con tijeras o abotonarse la ropa.

- Dificultad con la motricidad gruesa, como caminar, correr o atrapar una pelota.

- Mala coordinación y equilibrio.

- Dificultad con la conciencia espacial, como juzgar distancias o orientarse en un nuevo entorno.

- Dificultad para planificar y organizar actividades, como prepararse para ir al colegio o seguir una receta.

- Dificultad con las habilidades sociales, como comprender señales sociales o interactuar con compañeros.

- Problemas de atención y concentración.

- Impulsividad e inquietud.

- Dificultades en el procesamiento sensorial, como ser hipersensible o poco sensible a determinados estímulos.

- Dificultades en el habla y el lenguaje, como tartamudez o dificultad para encontrar las palabras adecuadas.

- Dificultades emocionales, como ansiedad o baja autoestima.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas con dispraxia tendrán todos estos síntomas y la gravedad de los síntomas puede variar ampliamente de persona a persona.