En la mayoría de los casos, caminar no provoca convulsiones. Sin embargo, algunas personas con epilepsia fotosensible pueden experimentar convulsiones provocadas por luces intermitentes o patrones visuales específicos. Para estas personas, caminar en ciertos ambientes, como áreas con luces brillantes y parpadeantes, puede aumentar la probabilidad de sufrir una convulsión. Es importante que las personas con epilepsia fotosensible comprendan sus desencadenantes y tomen las precauciones necesarias para evitar situaciones que puedan aumentar su riesgo de sufrir convulsiones.