¿Cómo afecta la esclerosis lateral amiotrófica a otros órganos del cuerpo?
1. Sistema respiratorio: La ELA afecta los músculos responsables de la respiración, incluidos el diafragma y los músculos intercostales. A medida que estos músculos se debilitan, los pacientes pueden experimentar dificultad para respirar y eventualmente requerir asistencia respiratoria, como ventilación no invasiva o traqueotomía.
2. Sistema cardiovascular: Pueden surgir complicaciones cardíacas en personas con ELA debido a una disfunción del sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso autónomo regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La ELA puede afectar los impulsos eléctricos del corazón, provocando arritmias o cambios en el control de la presión arterial.
3. Sistema gastrointestinal: La disfagia (dificultad para tragar) es un síntoma común de la ELA, ya que la enfermedad afecta los músculos implicados en la deglución. La dificultad para tragar puede provocar desnutrición, pérdida de peso y neumonía por aspiración, que ocurre cuando los alimentos o líquidos ingresan a los pulmones durante la deglución.
4. Sistema genitourinario: La disfunción de la vejiga y los intestinos también puede ocurrir debido a que los músculos debilitados que controlan la micción y la defecación. Las infecciones del tracto urinario y el estreñimiento pueden volverse problemáticos.
5. Piel y huesos: La inmovilidad prolongada y la disminución de la actividad muscular pueden provocar roturas de la piel y úlceras por presión. La pérdida de densidad ósea (osteoporosis) también puede ocurrir debido a la reducción de la actividad física y a desequilibrios del calcio.
6. Cambios cognitivos y de comportamiento: Si bien la ELA afecta principalmente a las neuronas motoras, alrededor del 15% de las personas también pueden experimentar cambios cognitivos y de comportamiento. Estos cambios, conocidos como demencia frontotemporal (DFT), pueden afectar las funciones ejecutivas, las habilidades del lenguaje, la conducta social y la regulación emocional.
7. Dolor: Algunas personas con ELA pueden experimentar dolor crónico debido a rigidez muscular, espasmos y problemas en las articulaciones.
Es importante que las personas con ELA reciban atención médica y seguimiento regulares para abordar estos posibles efectos en otros órganos y controlar los síntomas de manera efectiva. Un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, incluidos neurólogos, neumólogos, gastroenterólogos, nutricionistas y otros, trabajan juntos para brindar atención y apoyo integrales a las personas con ELA.