¿Cuándo son peligrosos los kilos de más?

Los kilos de más pueden representar riesgos para la salud y volverse peligrosos cuando contribuyen a la obesidad o al sobrepeso significativo. La obesidad generalmente se define como tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. El IMC se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros. Aquí es cuando los kilos de más pueden considerarse un peligro para la salud:

1. Mayor riesgo de enfermedades crónicas: La obesidad está fuertemente relacionada con diversas enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares (p. ej., enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares), ciertos tipos de cáncer (p. ej., mama, colon, endometrio), apnea del sueño y osteoartritis.

2. Esfuerzo cardiovascular: El exceso de peso ejerce presión sobre el corazón, ya que tiene que trabajar más para bombear sangre por todo el cuerpo. Esto puede provocar presión arterial alta, niveles más altos de colesterol y un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

3. Problemas metabólicos: La obesidad puede alterar el metabolismo del cuerpo y provocar resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes tipo 2. La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del cuerpo no responden eficazmente a la insulina, lo que provoca niveles altos de azúcar en sangre.

4. Problemas respiratorios: Los kilos de más pueden ejercer presión sobre los pulmones y el diafragma, dificultando la respiración. Esto puede contribuir a la apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se detiene y comienza repetidamente durante el sueño.

5. Problemas musculoesqueléticos: La obesidad ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, especialmente las de las rodillas, las caderas y la espalda, lo que aumenta el riesgo de dolor, rigidez y osteoartritis.

6. Impacto en la salud mental: La obesidad puede afectar el bienestar mental y contribuir a la baja autoestima, la depresión y la ansiedad.

Es importante tener en cuenta que no todos los kilos de más son necesariamente dañinos y la distribución de la grasa (por ejemplo, dónde se lleva el peso) también influye. Sin embargo, generalmente se recomienda mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada, actividad física regular y modificaciones en el estilo de vida. Si le preocupa su peso y sus posibles riesgos para la salud, consulte a un profesional de la salud para obtener asesoramiento y orientación personalizados.