Es posible estar en forma y no estar sano. La aptitud física se refiere a la capacidad de realizar actividades físicas, mientras que la salud se refiere al bienestar general de un individuo, incluido el bienestar físico, mental y social. Una persona puede estar en buena forma física pero no saludable debido a malas elecciones de estilo de vida, como una dieta poco saludable, abuso de sustancias, tabaquismo, falta de sueño o estrés crónico. Estos factores pueden aumentar el riesgo de diversas afecciones de salud, afectar el bienestar general y afectar la longevidad, incluso en personas en buena forma física. Por tanto, para mantener una buena salud, tanto la aptitud física como las prácticas de estilo de vida saludable son fundamentales.