¿Cuáles son los síntomas de una exposición leve al formaldehído?
1. Irritación de los ojos: El formaldehído puede provocar ojos llorosos, sensación de ardor y/o enrojecimiento.
2. Irritación de nariz y garganta: La exposición al formaldehído puede provocar dolor de garganta, congestión nasal y sensación de ardor en la nariz y la garganta.
3. Problemas respiratorios: La exposición leve al formaldehído puede provocar tos, sibilancias y dificultad para respirar.
4. Reacciones cutáneas: El contacto con formaldehído puede provocar irritación de la piel, enrojecimiento, picazón y erupciones cutáneas.
5. Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas, como urticaria y dificultad para respirar, al exponerse al formaldehído.
6. Dolores de cabeza: La exposición leve al formaldehído puede provocar dolores de cabeza y mareos.
7. Náuseas y vómitos: Los vapores de formaldehído pueden provocar náuseas y vómitos en algunas personas.
8. Fatiga: La exposición prolongada a niveles bajos de formaldehído puede provocar fatiga y cansancio.
9. Alteraciones del sueño: La exposición al formaldehído puede interferir con los patrones de sueño, provocando insomnio o alteraciones del sueño.
10. Sabor metálico: Algunas personas pueden experimentar un sabor metálico o amargo en la boca al exponerse al formaldehído.
11. Sensibilidad ocular: El formaldehído puede aumentar la sensibilidad a la luz y provocar ojos llorosos o irritados en determinadas personas.
Es importante tener en cuenta que la gravedad de los síntomas puede variar según la sensibilidad del individuo al formaldehído, la concentración de formaldehído en el medio ambiente y la duración de la exposición. Si experimenta alguno de estos síntomas, es recomendable buscar aire fresco y consultar a un profesional sanitario si los síntomas persisten.