¿Por qué no se utiliza la morfina en las convulsiones?

La morfina no se usa para tratar las convulsiones porque en realidad puede empeorar la afección. La morfina es un depresor del sistema nervioso central y puede ralentizar la actividad eléctrica en el cerebro. Esto puede provocar convulsiones o empeorar las ya existentes.

Además, la morfina puede provocar depresión respiratoria, lo que también puede resultar peligroso para las personas que sufren convulsiones. La depresión respiratoria puede provocar una disminución de la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que puede provocar convulsiones.

Por estos motivos, la morfina no se utiliza para tratar las convulsiones. Existen otros medicamentos que son más eficaces y seguros para este fin.