¿Cómo se sabe si alguien tiene coledoclitiasis?
1. Dolor abdominal:los pacientes con coledoclitiasis a menudo experimentan un dolor abdominal intenso en el cuadrante superior derecho o en la mitad del abdomen. El dolor puede ser repentino y agudo o persistente y doloroso.
2. Ictericia:la obstrucción del conducto biliar común por cálculos biliares puede provocar ictericia, una decoloración amarilla de la piel, la parte blanca de los ojos y las membranas mucosas. Esto ocurre debido a la acumulación de bilirrubina, un pigmento amarillo producido por la descomposición de los glóbulos rojos.
3. Orina oscura y heces claras:la obstrucción del conducto biliar puede interferir con el flujo normal de bilis hacia los intestinos, provocando cambios en el color de las heces y la orina. Las heces pueden verse pálidas o de color arcilla, mientras que la orina puede volverse oscura o ámbar debido al aumento de los niveles de bilirrubina.
4. Picor (Prurito):La acumulación de sales biliares en la piel puede provocar picor intenso, especialmente en palmas y plantas. Este es un síntoma común de ictericia obstructiva.
5. Náuseas y vómitos:los pacientes con coledoclitiasis también pueden experimentar náuseas y vómitos. El dolor y la obstrucción del conducto biliar pueden desencadenar estos síntomas.
6. Fiebre y escalofríos:en algunos casos, la coledoclitiasis puede causar inflamación de los conductos biliares, provocando fiebre y escalofríos. Esto ocurre cuando la obstrucción crea un ambiente favorable para el crecimiento bacteriano y la infección.
7. Sensibilidad y distensión abdominal:el individuo afectado puede experimentar sensibilidad al palpar el abdomen, particularmente en el cuadrante superior derecho. También puede haber hinchazón y distensión abdominal.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser indicativos de otras afecciones, por lo que una evaluación médica adecuada es esencial para un diagnóstico preciso de coledoclitiasis. Un profesional de la salud puede solicitar pruebas de imágenes, como ecografía, colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), para confirmar la presencia y ubicación de los cálculos biliares.