¿Cómo evitan sus cuerpos que los alimentos entren en los pulmones?

La epiglotis

La epiglotis es un pequeño colgajo de cartílago en forma de hoja que cubre la abertura de la tráquea (tráquea) durante la deglución. Al tragar, la epiglotis se cierra por reflejo, impidiendo que la comida o la bebida entren a los pulmones.

El reflejo de la tos

El reflejo de la tos es un mecanismo de protección que ayuda a limpiar las vías respiratorias de objetos extraños. Si la comida o la bebida entran en los pulmones, se desencadena el reflejo de la tos y los pulmones expulsan el material extraño.

El reflejo de deglución

El reflejo de deglución es un proceso complejo que implica la contracción coordinada de varios músculos de la boca, la garganta y el esófago. Al tragar, el reflejo de deglución impulsa la comida o la bebida desde la boca hasta el estómago.

El reflejo nauseoso

El reflejo nauseoso es un mecanismo de protección que ayuda a prevenir la asfixia. Si la comida o la bebida entran por la parte posterior de la garganta, se desencadena el reflejo nauseoso y el cuerpo expulsa el material extraño.

Estos cuatro mecanismos trabajan juntos para evitar que la comida y la bebida entren a los pulmones. Si alguno de estos mecanismos falla, puede provocar aspiración, que es la inhalación accidental de alimentos o bebidas hacia los pulmones. La aspiración puede ser una afección médica grave, ya que puede provocar neumonía u otros problemas respiratorios.