¿Cómo ayuda la tráquea a limpiar el aire?
Producción de moco: La tráquea está revestida por epitelio columnar pseudoestratificado ciliado, que secreta moco. El moco atrapa polvo, polen, bacterias y otras partículas que ingresan al tracto respiratorio.
Cilios: Las células que recubren la tráquea tienen pequeñas proyecciones parecidas a pelos llamadas cilios. Estos cilios late constantemente en un movimiento ondulatorio sincronizado, impulsando el moco y las partículas atrapadas hacia la faringe.
Reflejo de la tos: Cuando el moco y las partículas llegan a la faringe, estimulan el reflejo de la tos. La tos expulsa la mucosidad y sustancias extrañas del tracto respiratorio, ayudando a despejar las vías respiratorias y prevenir infecciones respiratorias.
Anillos traqueales: La tráquea consta de anillos cartilaginosos incompletos conocidos como anillos traqueales. Estos anillos ayudan a mantener la forma y rigidez de la tráquea. Al prevenir el colapso, los anillos traqueales aseguran un flujo continuo de aire dentro y fuera de los pulmones.
Escalera mecánica mucociliar: La acción coordinada de la producción de moco, el latido de los cilios y el reflejo de la tos a menudo se denomina escalera mecánica mucociliar. Este mecanismo de defensa juega un papel crucial en la eliminación de partículas extrañas, alérgenos y microorganismos del tracto respiratorio, ayudando así a mantener la salud respiratoria.
En general, la tráquea, a través de su capacidad para atrapar moco, acción ciliar, reflejo de la tos y soporte estructural, ayuda a limpiar el aire que respiramos y a proteger el sistema respiratorio inferior de sustancias nocivas y posibles infecciones.