¿Cómo sale el aire de los pulmones?

El movimiento del aire fuera de los pulmones se conoce como espiración o exhalación. Ocurre cuando la presión dentro de los pulmones es mayor que la presión exterior. Este cambio en la diferencia de presión se logra mediante las acciones coordinadas de los músculos respiratorios, principalmente el diafragma y los músculos intercostales. Aquí hay una explicación de cómo se saca el aire de los pulmones:

1. Relajación del diafragma:El diafragma, el músculo principal de la respiración, se contrae durante la inhalación para tirar de los pulmones hacia abajo y expandir la cavidad torácica. Durante la espiración, el diafragma se relaja y asciende.

2. Relajación de los músculos intercostales:Los músculos intercostales, ubicados entre las costillas, también se relajan durante la espiración. A medida que estos músculos se relajan, la caja torácica desciende y se mueve hacia adentro.

3. Disminución del volumen pulmonar:a medida que el diafragma y los músculos intercostales se relajan, el volumen de la cavidad torácica disminuye. Esta reducción de volumen crea una presión negativa dentro de los pulmones.

4. Diferencia de presión:la disminución del volumen pulmonar hace que la presión del aire dentro de los pulmones aumente, volviéndose más alta que la presión atmosférica exterior. Como resultado, se establece un gradiente de presión entre los pulmones y el entorno circundante.

5. Flujo de aire espiratorio:la presión más alta dentro de los pulmones crea una fuerza que empuja el aire hacia afuera a través de las vías respiratorias. El aire fluye desde los alvéolos, pasa por los bronquios y los bronquiolos y finalmente sale por la nariz y la boca.

6. Proceso pasivo:en comparación con la inhalación, la espiración es generalmente un proceso pasivo. No requiere un esfuerzo muscular importante porque el retroceso elástico de los pulmones, junto con la relajación del diafragma y los músculos intercostales, es suficiente para expulsar el aire.

7. Control por los músculos respiratorios:si bien la espiración es principalmente pasiva, los músculos respiratorios pueden controlar activamente la frecuencia y la fuerza de la exhalación. Por ejemplo, durante la exhalación forzada, como toser o soplar, los músculos abdominales se contraen y aumentan aún más la presión dentro de los pulmones, lo que lleva a una expulsión de aire más contundente.

En resumen, el movimiento del aire fuera de los pulmones se logra principalmente mediante la relajación del diafragma y los músculos intercostales, lo que resulta en una disminución del volumen pulmonar y una mayor diferencia de presión entre los pulmones y el ambiente exterior. Este gradiente de presión hace que el aire fluya pasivamente desde los pulmones a través de las vías respiratorias y fuera del cuerpo.