No es raro que los adolescentes experimenten dolores en las piernas. Durante la pubertad, el crecimiento rápido y los cambios hormonales a veces pueden tensar los músculos, las articulaciones y los huesos, provocando malestar. Sin embargo, no se deben ignorar los dolores persistentes o intensos en las piernas y siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.