¿Qué riesgos están asociados con la tiroidectomía?

La tiroidectomía, la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides, es generalmente un procedimiento seguro, pero como cualquier cirugía, conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones. Los riesgos específicos asociados con la tiroidectomía pueden variar según el tipo de tiroidectomía realizada (total o parcial), la salud general del individuo y la habilidad del cirujano. Algunos de los riesgos potenciales incluyen:

1. Sangrado: Como ocurre con cualquier procedimiento quirúrgico, existe riesgo de sangrado durante y después de la cirugía. El sangrado excesivo puede requerir tratamiento adicional o transfusiones de sangre.

2. Infección: El sitio quirúrgico puede infectarse, lo que provoca complicaciones como fiebre, dolor y retraso en la cicatrización de la herida. El cuidado adecuado de las heridas y el tratamiento con antibióticos pueden ayudar a minimizar el riesgo de infección.

3. Daños a estructuras cercanas: La glándula tiroides se encuentra cerca de varias estructuras anatómicas importantes, incluidas las glándulas paratiroides, los nervios laríngeos recurrentes y la tráquea. Durante la tiroidectomía existe el riesgo de dañar involuntariamente estas estructuras, lo que puede provocar complicaciones como:

- Daño a la glándula paratiroidea:esto puede provocar niveles bajos de calcio, lo que provoca síntomas como sensación de hormigueo, calambres musculares y convulsiones. Es posible que se requieran suplementos de calcio o terapia hormonal.

- Daño al nervio laríngeo recurrente:la lesión de este nervio puede provocar ronquera, cambios en la voz o dificultad para tragar. En algunos casos, la función de las cuerdas vocales puede recuperarse gradualmente, pero algunas personas pueden requerir tratamiento adicional.

- Daño traqueal:la tráquea (tráquea) está ubicada cerca de la glándula tiroides y una lesión en la tráquea durante la cirugía puede provocar dificultades respiratorias. Esta es una complicación rara pero potencialmente grave.

4. Hipotiroidismo: La tiroidectomía total, o la extirpación de toda la glándula tiroides, puede provocar hipotiroidismo, una afección en la que el cuerpo no produce suficiente hormona tiroidea. Por lo general, esto requiere una terapia de reemplazo de hormona tiroidea de por vida.

5. Tormenta tiroidea: En casos raros, las personas pueden experimentar una afección potencialmente mortal llamada tormenta tiroidea, que es una hiperactividad repentina y grave de la glándula tiroides. Es más probable que ocurra en personas con problemas subyacentes de tiroides o en quienes interrumpen su medicación con hormona tiroidea antes de la cirugía.

6. Preocupaciones cosméticas: La glándula tiroides se encuentra en la parte frontal del cuello y la tiroidectomía puede dejar una cicatriz visible. Algunas personas pueden preocuparse por la apariencia de la cicatriz, especialmente si se extirpa una gran parte de la glándula tiroides.

7. Complicaciones a largo plazo: En algunos casos, las personas que se someten a tiroidectomía pueden experimentar complicaciones a largo plazo, como dolor de cuello persistente, rigidez o dificultad para tragar. Estas complicaciones son relativamente poco comunes y generalmente manejables.

Es importante analizar estos posibles riesgos y complicaciones con su médico antes de someterse a una tiroidectomía. Su cirujano debe brindarle información detallada sobre el procedimiento, incluida la probabilidad y gravedad de cada riesgo potencial, y responder cualquier pregunta o inquietud que pueda tener.