¿Virus Epstein-Barr y vínculo?

El virus de Epstein-Barr (VEB) es un herpesvirus humano común asociado con la mononucleosis infecciosa, también conocida como mono, y varios tipos de cáncer, que incluyen:

- Linfoma de Burkitt

- linfoma de Hodgkin

- Carcinoma nasofaríngeo

- Carcinoma gástrico

El VEB es uno de los virus más prevalentes a nivel mundial e infecta a más del 90% de los adultos. Se transmite principalmente a través del contacto con saliva infectada, como al besarse o compartir bebidas. Una vez infectado, el virus establece una infección latente de por vida en las células B, un tipo de glóbulo blanco.

VEB y cáncer:

- En determinadas personas, la infección por EBV latente puede provocar un crecimiento y una transformación descontrolados de las células B, lo que da lugar al desarrollo de determinados tipos de cáncer.

- El linfoma de Burkitt está fuertemente relacionado con el EBV y, en las regiones endémicas, hasta el 95% de los casos de linfoma de Burkitt están asociados con el virus.

- El VEB también está implicado en el desarrollo del linfoma de Hodgkin, particularmente en el subtipo conocido como linfoma de Hodgkin clásico.

- El carcinoma nasofaríngeo es otro cáncer asociado al EBV. Es más frecuente en determinadas zonas geográficas, como el sudeste asiático, donde el virus es muy endémico.

- El carcinoma gástrico es un cáncer de estómago y un subconjunto de cánceres gástricos está relacionado con la infección por EBV.

Es importante tener en cuenta que la infección por EBV por sí sola no garantiza el desarrollo del cáncer. Varios factores, incluido el estado inmunológico de un individuo, sus antecedentes genéticos y las coinfecciones, pueden influir en el riesgo de cánceres relacionados con el VEB.

Investigación y Prevención:

La investigación en curso tiene como objetivo comprender los mecanismos subyacentes al papel del EBV en el desarrollo del cáncer e identificar terapias potenciales dirigidas a las neoplasias malignas asociadas al EBV.

Se está explorando la vacunación contra el VEB como estrategia preventiva, particularmente en regiones donde prevalecen los cánceres asociados al VEB. Los estudios han demostrado que una vacuna contra el VEB podría reducir potencialmente la incidencia de estos cánceres.

Sin embargo, se necesitan más investigaciones y ensayos clínicos a gran escala antes de que una vacuna contra el VEB pueda estar ampliamente disponible.